Era quien me dio clase en su día cuando me saqué el título de entrenadora de rítmica, era quien nos ayudaba a todo lo que necesitaramos en el club, era quien nos sorprendía día tras día con sus montajes increíbles, era a quien las niñas de nuestro club admiraban, era quien llenaba la rítmica de imaginación, y en definitiva, era nuestra inspiración.
Una larga lucha contra el cáncer ha acabado con ella, pero no sin pelear antes con todas sus fuerzas.
Desde aquí mandamos nuestro más sincero pésame a la familia.
Y a ti Maca, estés donde estés, nunca te olvidaremos ni a ti, ni a tu sonrisa. Descansa en paz.